una vez entregué mi ,
regalé mi alma,
ofrecí mi enamorado corazón
y me postré por amor,
pero aunque no quise me arrancaron un dolor.
una vez dije: “te adoro”,
me respondió que para mí aún había más,
yo quería sólo lo mismo
o tan sólo un sincero: “te quiero”,
al final un adiós recibí
y de mí se expresó una de amor.
de aquella niña de la mirada inocente
que hoy está ausente
llevo vivo su recuerdo
más porque el nombre tenía de princesa.
una vez un “por siempre” hicimos de promesa
inconscientes de la realidad
y al poco tiempo llegó la infelicidad
dejando sólo la despedida de mi princesa.
tenía el sueño de su amor
y ella me dejó la realidad de su adiós,
me dejó más que la soledad
cuando ella sabía ser mi única compañía,
me quiso poco
y yo la amé demasiado,
aún la recuerdo
más cuando parece que ella de su “amor” se olvidó.
no quiero la tristeza de su olvido
quiero de su recuerdo la alegría,
ella prometió eterna compañía
pero esa fue su cruel mentira
pero a mí más me duele mi error de haberle dicho:
“eres única”;
perece ser aquello
pues no encuentro quien más me haga sentir de ese amor tan .
una vez le escribí una primera poesía
y allí fue mi más grande poético ,
escribir a otra como escribirle a ella
no puedo así llegue a encontrar brillante como estrella.
no la amo como antes
pero la he amado hasta hace instantes,
si aún la quiero tampoco sé
pero recuerdo que no se debe sentir nada por lo que no se ve.
sé que esta historia de la poesía
a veces es una ironía,
sueñas demasiado
y poco a poco de la realidad te ves expulsado.
yo le di mi una vez
para tener una lagrima después,
ella por su olvido se fue
y yo en el llanto me quedé…
ahora estoy en un mundo sin esperanzas
porque en la soledad hasta de esperar te cansas
y ella no sé donde va
pero llorarle no quiero ya.
la última vez esta es
que le escribo versos como una vez,
no más lagrimas por amor
si no tengo nada de su amor.
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